¿Qué cara pone Christian al ver a Eva?
Ninguna en particular. Ya sabéis que es un chico bastante inexpresivo. ¿O todavía no lo sabéis?
Indudablemente, lo detectó en los últimos meses de embarazo a través del anillo, claro. Y también supo que ella había sido mamá otra vez. Pero dio por sentado que, nuevamente, el bebé era de Jack (que al fin y al cabo es el que pasa más tiempo con ella). Y aunque sintió tentación de regresar, pensó que estorbaría, y que era mejor dejar pasar un tiempo antes de volver de visita.
Nadie podía suponer que el nuevo bebé de Victoria era hijo de Christian, por lo que ella y Jack anunciaron su embarazo como habían hecho con el anterior, y requirieron también la ayuda de hadas comadronas. Cuando la niña abrió los ojos por primera vez, todos reconocieron perfectamente esa mirada.
Fuera de las típicas rencillas entre hermanos, no veo por qué no. Recordad que sólo son un 25% dragón y shek, respectivamente.
En nada. Ellos no son híbridos; no son el resultado de la fusión de dos seres distintos, sino que nacieron de forma natural y fueron engendrados de forma natural por cuerpos humanos. Así que, aunque puedan manifestar algún tipo de poder o habilidad sobrenatural cuando sean mayores, nacieron de cuerpos humanos con cuerpos humanos y, por tanto, no se pueden transformar en otra cosa. Sólo tienen un alma, no dos. Y a un alma, un cuerpo. Ya se lo dijo Christian a Shizuko, ¿recordáis? (Trataré de explicarlo mejor: Jack, por ejemplo, tiene dos esencias: 100% dragón y 100% humano; Erik sólo tiene una esencia: 50% humano, 25% unicornio y 25% dragón... el alma no se puede dividir en porcentajes, pero bueno, es para que os hagáis una idea).
Eso lo dejo a vuestra imaginación; por lógica, el lugar más adecuado sería la mansión de Allegra. Pero, para vivir en Madrid, Jack tendría que aprender a hablar español... si quiere estudiar en España o simplemente encontrar un trabajo. ¡No se puede ir por la vida hablando idhunaico!Por suerte, además de danés, sabe hablar inglés...
En cuanto a qué se dedicarían... bueno, tampoco son tan mayores; aún tienen tiempo de reengancharse a los estudios y/o aprender una profesión. Y por el momento, entre los ahorros de Allegra y la cuenta corriente de Chris Tara, se las podrán apañar bastante bien, ¿no? Esperemos que puedan compaginar el cuidado de la casa y la familia con labrarse un futuro en la Tierra... Como sabéis (Tríada, página 91), Jack había pensado ser médico, biólogo o veterinario... Y a Victoria le van las letras. Varias veces, a lo largo de la historia, la hemos visto leyendo. Si pudiera elegir, ¿qué carrera estudiaría? ¿O los niños no le dejarán tiempo para estudiar? Por el momento, lo que sí parece claro es que si se reengancha al taekwondo podría hasta trabajar como monitora de artes marciales...
En fin; a pesar de todo lo que han pasado y de que han formado una familia, aún tienen toda la vida por delante. Y su carácter se ha forjado a hierro y fuego; no son gente que desista fácilmente de sus sueños.
Eso sí..., los comienzos serán difíciles. Pensemos en cosas prácticas, como volver a dar de alta la luz, el teléfono... ¡probablemente, Victoria hasta deberá renovarse el DNI!Y aprender a conducir, que el metro no llega hasta la casa de Allegra... acondicionar la mansión para una familia con niños pequeños... comprarles ropa terrestre... no cabe duda de que estarán muy entretenidos con cosas de lo más corrientes y mundanas... ¿no os parece?
Sí, claro que sí. Les conviene colaborar juntos para asegurar la supervivencia de su pequeña comunidad shek en la Tierra (al final se asentarán en Mongolia, como Shizuko tenía previsto, y desde allí tratarán de encontrar la forma de reunirse con los otros sheks, los que se fueron a otro mundo con Assher). Pero no retomarán la relación que iniciaron. Shizuko es incapaz de olvidar que Christian es también humano, y Christian, por su parte, sabe que ella no podrá aceptarlo nunca tal como es, por lo que prefiere no complicarse más la vida.
No. Esa etapa ya quedó atrás, aunque puede que sí siga componiendo canciones en privado. En cuanto a qué podría dedicarse Christian en la Tierra, eso lo dejo a la imaginación de cada uno, pero los que hayáis leído Las hijas de Tara tal vez tengáis una pequeña pista.
Totalmente.
No, éste no. Saevin es un personaje mucho más sacrificado que Christian. Es cierto que Christian puede hacer sacrificios increíbles por las personas a las que ama, pero no porque ése sea su deber. Saevin renuncia a su amor para cumplir su deber como Guardián de la Puerta. Christian renuncia a su deber como shek y como hijo de Ashran para poder estar junto a su amor. Ante la misma disyuntiva, los dos escogen opciones diferentes, lo cual nos indica que, apariencias aparte, tienen caracteres muy distintos.
Dada la precipitación con la que Gerde tuvo que crear ese nuevo mundo, seguro que aún quedan flecos que peinar, por lo que los sheks estarán muy entretenidos ayudando a Assher, la nueva encarnación de su dios, a terminar de pulir su nuevo mundo. Una vez que todo esté en regla, Assher desaparecerá; el Séptimo no necesitará ya un cuerpo porque no tendrá que interactuar con el mundo (además de que a los sheks les resulta extraña la idea de rendir culto a un dios szish), por lo que se retirará al plano inmaterial y desde allí se limitará a contemplar a sus criaturas.
Los sheks echarán de menos a los dragones, claro está. Puede que algunos hasta se vuelvan violentos y ataquen a los de su propia especie por no saber cómo dar salida a su odio innato. Algunos incluso tratarán de abrir Puertas a mundos donde puedan existir dragones, o algo parecido. Con el tiempo, sobrevivirán los sheks más pacíficos, que son los que irán transmitiendo los genes a las nuevas generaciones. Con el tiempo, la evolución hará que el odio de los sheks quede más o menos aplacado. Pero quién sabe si no permanecerá latente, a la espera de los dragones....
Mejor será que no se cruce en su camino...
Que serán felices y comerán perdices idhunitas.
Con el tiempo, los Nuevos Dragones dejarán de perseguir sheks (más que nada porque no hay) y se dedicarán a otras tareas. Si los caballeros de Nurgon eran, en el pasado, los guardianes de la paz y la justicia en Nandelt, los Nuevos Dragones lo serán de todo Idhún. Claro que hay que darles tiempo a que se calmen los ánimos; la guerra ha sido muy dura para todos.
Al final, la Roca Maldita no será necesaria. Se guardarán fragmentos testimoniales en los Oráculos, se conservarán como el gran arma que ayudó a frenar la invasión shek, pero con el tiempo se convertirá más bien en una pieza de museo.
Los dragones artificiales también cambiarán. Tanawe se quedará sin escamas de dragón, pero eso ya dará igual, porque, al no haber sheks que detecten la esencia del dragón, no será necesario recurrir a ella. Con el tiempo, bastará con que los dragones vuelen, y punto. Mantendrán el aspecto del dragón porque sin él quedan bastante menos imponentes; pero será sólo una ilusión.
Mantendrá totalmente en secreto su existencia. Se las arreglará para conceder la magia aquí y allá a escondidas, sin que los futuros magos lo vean (los hechizos de sueño le resultarán muy útiles, por supuesto). El cuerno pasará como un tesoro de padres a hijos en su familia durante muchas generaciones, y su uso permanecerá en estricto secreto. Por tanto, la leyenda del unicornio seguirá viva. Mucha gente creerá que aún queda un último unicornio en algún lugar, y aventureros de todo el mundo recorrerán todos los rincones de Idhún en su busca... sin resultado. En los siglos venideros, nadie verá al unicornio, pero el hecho de que siga habiendo magos (pocos, pero alguno que otro) contribuirá a mantener viva su leyenda.
Esto no bastará para mantener activa la Orden Mágica, que, como institución, desaparecerá con la muerte del último Archimago. Pero los magos de Idhún seguirán siendo muy respetados, aunque irán cada uno por su lado, y aprenderán su arte de una manera más personalizada, directamente de un solo maestro a un solo aprendiz.
Tal vez vayan alguna vez de vacaciones. ¿Por qué no?
¿Por qué no quieres continuar la historia? ¡A mí se me ocurren un montón de continuaciones posibles!
Toma, y a mí también. Por poder, se podrían escribir montones de continuaciones y podríamos embarcar a los personajes en docenas de aventuras diferentes. Pero no es eso lo que quiero para ellos.
Lo que para los lectores ha sido una aventura emocionante, para Jack, Christian y Victoria ha sido una guerra durísima en la que han perdido a muchos seres queridos, han sufrido mucho y han estado a punto de morir en distintas ocasiones. Han malgastado toda su adolescencia luchando en una guerra que en el fondo no era la suya. Y no quieren pelear más. Quieren tener una vida normal, sin peligros, sin sobresaltos, por aburrido que eso suene. Quieren ser gente normal y vivir en paz. Y, lo más importante, ésa es la vida que quieren para sus hijos, y por eso se van de Idhún. Quieren que sus hijos tengan una vida normal, sin que nadie los obligue a luchar y arriesgar sus vidas en otra guerra. Quieren que crezcan como humanos, y no como seres extraordinarios. Que vayan al colegio, tengan amigos, se enamoren, formen una familia... sin mayores preocupaciones que las de cualquier persona. Sin tener que salvar el mundo sólo porque son sus hijos. Y como ya han luchado bastante y se han esforzado muchísimo, y esto es lo único que me han pedido, se lo voy a conceder, porque se lo han ganado. Así que la tríada y sus hijos tendrán una vida tranquila y normal, sin más aventuras ni peligros. Se merecen ser felices después de todo lo que han sufrido, ¿no?
Fuente:Pagina web de Laura Gallego
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